El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos neurodesarrollados más comunes en la infancia, afectando aproximadamente a uno de cada veinte niños en todo el mundo. Sus principales síntomas —dificultad para mantener la atención, hiperactividad, impulsividad— pueden variar en intensidad y afectar profundamente su rendimiento escolar, relaciones sociales y autoestima. Aunque existen tratamientos médicos y terapéuticos, en los últimos años ha quedado demostrado que la alimentación juega un rol fundamental en la gestión de los síntomas del TDAH.
En TDAH Natur, creemos firmemente en un enfoque integral que combine medicación, terapia y hábitos saludables, entre los cuales la alimentación saludable ocupa un lugar central. En esta entrada te explicamos por qué la dieta puede ser una aliada poderosa para mejorar la calidad de vida de tu hijo con TDAH y qué alimentos son los más adecuados para potenciar su desarrollo y bienestar.
¿Por qué la alimentación es clave en el TDAH?
La alimentación adecuada no solo aporta los nutrientes necesarios para el crecimiento físico, sino que también influye directamente en el funcionamiento cerebral y en la producción de neurotransmisores responsables de la atención, el control emocional y el comportamiento. Algunas razones por las que la dieta es esencial en el TDAH son:
- Mejorar la función cognitiva y la atención: nutrientes como los ácidos grasos omega-3, las vitaminas y los minerales contribuyen al correcto funcionamiento cerebral.
- Controlar la hiperactividad e impulsividad: evitar ciertos alimentos y potenciar otros puede disminuir la agitación y la impulsividad.
- Estabilizar los niveles de energía: una dieta equilibrada ayuda a mantener niveles adecuados de glucosa en sangre, previniendo altibajos que perjudican el estado de ánimo y la concentración.
- Reducir la ansiedad y mejorar el sueño: algunos alimentos y patrones alimenticios favorecen un descanso reparador, esencial para la regulación emocional y la atención.
Los alimentos que ayudan a gestionar el TDAH
1. Ácidos grasos Omega-3
- Importancia: Estos ácidos grasos, especialmente EPA y DHA, son componentes fundamentales del cerebro y la retina. Mejoran la comunicación entre neuronas y reducen la hiperactividad.
- Fuentes naturales: Pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas, además de suplementos de aceite de pescado o de algas.
2. Vitaminas del complejo B
- Importancia: Las vitaminas B6, B12 y el ácido fólico participan en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que influyen en la atención y el estado de ánimo.
- Fuentes: cereales integrales, huevos, carne, legumbres y verduras de hoja verde.
3. Minerales: Zinc y Magnesio
- Zinc: ayuda en la regulación de neurotransmisores, mejorando la atención y reduciendo la hiperactividad.
- Magnesio: favorece la relajación, el control impulsivo y el sueño.
- Fuentes: carnes, semillas, nueces, legumbres y mariscos.
4. Proteínas de calidad
- Importancia: Los aminoácidos de las proteínas proporcionan materia prima para la síntesis de neurotransmisores.
- Fuentes: carnes magras, huevos, lácteos, legumbres y frutos secos.
5. Alimentos ricos en fibra
- Importancia: Mantienen estables los niveles de glucosa en sangre y favorecen la digestión.
- Fuentes: frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
Lo que debes evitar o limitar
Algunas sustancias y alimentos pueden exacerbar los síntomas del TDAH. Reduce o evita:
- Azúcares refinados y procesados: ocasionan picos y bajadas de azúcar en sangre que afectan la atención y el comportamiento.
- Colorantes y conservantes artificiales: algunos aditivos, como los colorantes artificiales y los conservantes, se han vinculado a un aumento de la hiperactividad.
- Cafeína y bebidas energéticas: pueden alterar el sueño y aumentar la ansiedad.
- Harinas blancas y productos refinados: generan niveles de glucosa en sangre fluctuantes.
Consejos prácticos para una alimentación saludable en niños con TDAH
- Establece horarios de comida: rutinas que ayuden a equilibrar los niveles de energía.
- Incorpora variedad: alimentos frescos, naturales y coloridos para captar su atención y garantizar nutrientes diversos.
- Participa en la cocina: involucra a tu hijo en la elección y preparación de los alimentos para estimular su interés y aprender hábitos saludables.
- Limita los snacks azucarados: opta por frutas, frutos secos y semillas saludables.
- Consulta con un especialista: siempre es recomendable acudir a un nutricionista o médico para un plan personalizado.
Conclusión
La alimentación saludable es una herramienta poderosa para apoyar a los niños con TDAH en su proceso de desarrollo y manejo de los síntomas. Combinar una dieta rica en nutrientes, evitando alimentos perjudiciales, junto con un estilo de vida activo, puede marcar una gran diferencia en su comportamiento, atención y bienestar emocional. En TDAH Natur, promovemos un enfoque integral que considera la nutrición como un pilar fundamental. Recuerda que cada niño es único, y trabajar con profesionales de la salud te facilitará establecer las mejores pautas para potenciar su crecimiento saludable y feliz. ¡Empieza hoy a cuidar su alimentación y a transformar su bienestar!
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